domingo, 5 de agosto de 2012

Mercurio en Madrid

Es imposible sustraerse a la admiración hacia los blogs de nuestro común amigo Andrés, Apu para más señas, tiene el dudoso honor de ser la segunda persona que hizo un comentario en mi antiguo blog en la plataforma Que!, desde entonces han pasado ya unos cuantos años en los que hemos hecho algunas cosas interesantes juntos, (bueno, venga, no te enrrolles, sueltalo) Últimamente en su blog Veodigital viene mostrándonos una serie de reportajes fotográficos titulados, la huella de Hermes en Barcelona y me dió por pensar (peligro) ¿por qué no buscar alguna huella de Hermes en el Foro? como imaginaba que lo que encontrase no iba a ser de la misma calidad de las fotos de Andrés, le evité el mal trago de ponerlas en su blog y las pongo a continuación.

Primer problema ¿dónde encontrar a Hermes o Mercurio en Madrid? Logicamente en el edificio de La Bolsa, ese lugar tan a la baja ultimamente. Y hacia allí me encaminé, enseguida me di cuenta de mi acierto, pequeños Mercurios rodeaban el escudo de España, además de caduceos en las arcadas de la entrada indicaban que era un edificio dedicado al comercio.





Siguiendo el paseo del Prado enseguida di con el edificio donde a bien seguro lograría encontrar más objetos de mi deseo, efectivamente, en Cibeles, el Banco de España, próxima sucursal del Deutsche Bank, Mercurios y cadúceos por doquier alumbraban las fachadas ¡vaya éxito!









¿Nada más? Para eso está san Google, patrón de los desesperados, entes de salir de casa había introducido en su oráculo las palabras mágicas, "Mercurio,Hermes,Madrid" y salió la voz desde el sanctasanctorum de la pntalla: Ortega y Gasset 12. Pues para allí me encaminé, primero una parada en los aseos de la superconocida empresa de supermercados, casualmente donde paré fué antaño de Galerías Preciados.
¡No me lo podía creer! Mi gozo en un pozo, esto es lo que encontré en aquel lugar.





Y es que en plena milla de oro, junto a Serrano ¿Qué pretendía encontrar? En vez de volverme cabecigacho y apesadumbrado, alcé la vista alcielo entonando una plegaria y ante mí se apareció un milagro.




¡Pues claro! ¿Dónde sino iba a encontrar a Hermes? Muy sencillo, en la embajada de Luxemburgo, paraiso fiscal a todas luces, de los que no saben el significado de la palabra crisis.
Ya me retiraba contento, hice un último intento por la calle de Alcalá, donde antaño estaban las sedes de todos los bancos, pero no, aparte de falsas cariátides, elefantes, leones ¡Minerva! y otros bichos no aprecié más éxitos posibles hasta que casi en la Puerta del Sol (cómo no, justo donde conocí en persona a Andrés) me encontré esta sucursal del amigo Botín.





Como corolario, diré que quedan demostradas varias certezas:
1º Barcelona es ciudad más comercial que Madrid.
2º Andrés es infinitamente mejor fotógrafo que yo.
3º Andrés debe de ir tropezando con la gente por la calle por mirar tanto a las alturas.
En fin, un reto, seguro que en otros safaris fotográficos podré dar justa réplica, como buscar el bicho más raro, o contar leones, o el mayor número de animales distintos, todo es ponerse.




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